DECLARACIÓN DE PRENSA
de la Iniciativa Internacional “Libertad para Abdullah Öcalan-Paz
en Kurdistán”
Mientras el aislamiento total de Öcalan y de la isla de
Imrali sigue desde abril de 2015, ahora dos reclusos han sido retirados de la
isla y aislados en otra parte. Esto da lugar a la pregunta: ¿qué está sucediendo
en Imrali? ¿Está la vida de Öcalan en peligro?
La isla-cárcel de Imrali es el Guantánamo de Europa. Durante
los 17 años del encarcelamiento de Öcalan ha sido sometido a un régimen
arbitrario y continuo de aislamiento agravado [1]. El haber incorporado otros presos en 2009 no
ha eliminado este régimen, por lo contrario: ha aumentado el número de personas
sometidas a un régimen de aislamiento agravado. Este régimen sólo se ha relajado
ligeramente mientras tenía lugar un proceso de negociación política; cuando no se
da tal proceso, el régimen de aislamiento se convierte en aislamiento total sin
noticias de los presos, sin consultas entre abogado y cliente, ni visitas de
familia, cartas o llamadas telefónicas para cualquier recluso en Imrali (en
cualquier caso, a Öcalan el derecho de llamadas telefónicas le es negado).
Desde hace casi 11 años, entre 1999 y 2009, Abdullah Öcalan
ha sido el único prisionero en la isla-prisión de Imrali, ubicada en el Mar de
Mármara turco. Desde Julio 2011 no ha visto a sus abogados, desde Octubre 2014
la presencia de su abogado personal y de su familia ha sido prohibida en la
isla y desde Abril 2014 la delegación de parlamentarios del HDP [2] no ha
podido conversar con él, después que el Presidente turco Erdogan suspendiera
las conversaciones con Abdullah Öcalan y el PKK. Las mismas restricciones se
aplicaron a otros cinco reclusos de la cárcel-prisión de Imrali. Lo anterior
significa que desde Abril 2014 desde la isla de Imrali no sale información
independiente de ningún tipo. Literalmente, cualquier cosa puede pasar o haber
pasado allí.
El 4 de Enero 2016 el gobierno turco ha aplicado una sanción
nunca antes vista. Dos de los cinco reclusos de la isla-cárcel de Imrali han
sido trasladados a una cárcel turca en tierra firme (posiblemente el 26 de
Diciembre de 2015), sin previo aviso a las familias y/o a los abogados. A los
abogados, después de enterarse por casualidad el pasado 4 de Enero, no se les
ha permitido ver a sus clientes en la nueva cárcel de Silivri/Istambul. Por lo
tanto, a las únicas personas que podrían decir qué está pasando realmente en la
isla de Imrali, no se les permite hablar. Esto da pié a una gran preocupación.
Nosotros urgimos al gobierno turco a permitir a los abogados visitar a Öcalan y
a los otros cinco reclusos, de manera de aliviar las preocupaciones. También
urgimos al CPT [1] a intervenir en el asunto y jugar su rol en la prevención de
la tortura y el maltrato, de conformidad con su mandato.