Por: Martín De Battista / Marcha.org.ar
Entrevista a un joven trabajador kurdo, residente de Amed
(Diyarbakir, en turco), quien explica la resistencia de los publos frente a la
represión del gobierno turco.
El acuerdo entre Ankara y Washington en torno a “la guerra
contra el ISIS” buscó ser una cortina de humo para tapar dos importantes
movimientos en la compleja guerra que vive el Oriente Medio:
1- Los acuerdos entre el imperialismo yanqui y el gobierno
turco para alinear intereses en la guerra en Siria, evitando que el
autoproclamado Estado Islámico (ISIS) sea derrotado en el norte, y, por otro
lado, el Ejército Sirio de Basgar al-Assad se fortalezca en Alepo.
2- Reiniciar la guerra contra el pueblo kurdo y los avances
que ha logrado en los últimos años el Movimiento de Liberación de Kurdistán,
encabezado por el PKK.
Desde el 24 de julio, luego del atentado del partido de
gobierno de Turquía, el AKP, contra los jovenes socialistas en Suruc (el ISIS
no ha reivindicado la acción), el Estado turco desató la guerra generalizada
contra los pueblos de Turquía. En las regiones de Kurdistán Norte, las
insurrecciones populares, el control de barrios y ciudades por las fuerzas
populares, en conjunto con el auto-gobierno y la auto-defensa, se generalizan
cada día, así como la represión y los arrestos masivos son la moneda corriente
del gobierno y las fuerzas represivas, que reprimen al pueblo con asesinatos,
armas, y munición de guerra.
Cada nuevo día, en Kurdistán Sur (Iraq) los F-16 turcos
sobrevuelan bombardeando, acariciando el sueño de la penetración por tierra.
Más de 800 bombas “inteligentes” fueron lanzadas, sin embargo los campamentos
guerrilleros apenas sufrieron más de 15 bajas. Razón por la cual, en su desesperación,
los F-16 de Erdogan bombardearon la aldea de Zergelê, masacrando a los
campesinos, con el resultado de ocho personas muertas y 15 heridas. El objetivo
real: aniquilar a todo kurdo que viva en esas montañas, que se han convertido
no solo en una fortaleza inexpugnable del PKK, sino en un símbolo legendario
del coraje libertario de los kurdos.
En Kurdistán Occidental (Siria), el Ejército turco comenzó a
penetrar lentamente, tratando de formar una barrera frente a las YPG para
proteger a las fuerzas terroristas con la excusa de atacarles, pues si todo el
corredor norte de Siria, frontera con Turquía, fuera liberado por las fuerzas
kurdas, no sólo se consolidaría la revolución confederal y democrática de
Rojavá, sino que la política turca hacia Siria se encontraría obstaculizada de
continuar con su desproporcionada intromisión y colaboración con grupos
fundamentalistas, fascistas y terroristas.
En este marco, entrevistamos a Erdal Eren para que nos
cuente, como kurdo del montón, como ciudadano de Diyarbakir, como kurdo de
Amed, cual es la situación que se vive actualmente, y cuál es su vinculación
con la lucha legal-electoral del pueblo kurdo.
-¿Qué significó para el pueblo kurdo el proceso que se venía
viviendo desde 2012-2013, como proceso de “paz”, en contraste con lo vivido en
1990 y en la década del 2000?
-El sentido y entendimiento del proceso de paz para
los pueblos en Turquía, incluidos los kurdos, es diferente a lo que entiende el
Estado de ese mismo proceso. Para los pueblos significa un proceso de
democratización y regularización de la vida en Turquía, y la derrota del
fascismo, y de las políticas anti-democráticas. La situación es diferente a
1990 y 2000 porque las dinámicas han cambiado. Ahora hay más actores que antes,
en la “mesa de negociación” hay pueblos por un lado y el Estado por el otro.
Anteriormente la guerra fue muy grave y los kurdos estaban casi solos, pero hoy
se ve al Partido para la Democracia de los Pueblos (HDP) en la Asamblea General
(Parlamento) de Turquía con 80 diputados. Además, hay movimientos de la
sociedad civil y la lucha pacífica es más compleja y profunda que antes.
– En ese marco surge el HDP. ¿Cómo se fue conformando?
¿Quiénes forman parte de esta propuesta?
-El HDP no es un partido de las masas, más bien es un partido
“paraguas” que contiene a varios partidos y movimientos. El HDP se basa en el
HDK (Congreso Democrático de los Pueblos). Pienso que el HDK juega un rol más
importante que el partido porque es donde las distintas dinámicas se están
organizando. En este congreso hay kurdos, árabes, yezidis, otros pueblos de
Turquía, trabajadores, mujeres, LGBTIS, y muchos sectores más. Creo que se
parece a “Marcha Patriótica” de Colombia. HDK es un congreso y su objetivo es
crear y construir un “nosotros” en que quepan muchos mundos. Es
decir, es un bloque de los sectores democráticos y trabajadores.
-¿Qué representa Selahattin Dermitas, referente del HDP,
para el pueblo kurdo y para el pueblo turco?
-Es el líder de la lucha pacífica, es muy simpático,
carismático y también muy serio. A los kurdos le gusta mucho, como también a
otros pueblos de Turquía. El pueblo kurdo lo conoce hace más de 10 años y ya
saben quién es, no hay ninguna duda sobre su política ni sobre sus objetivos.
Es un honor para el pueblo kurdo que un kurdo haya sido candidato a presidente
en las elecciones de Turquía. Solo había tres candidatos en la elección y uno
fue él como representante de los demócratas y los pueblos. Logró reunir casi el
9.8% de los votos en esa elección hace dos años.
-Sabemos que la campaña electoral para el 7 de junio no fue
fácil y el HDP sufrió muchos ataques. ¿Cómo se vivió esa campaña en Diyarbakir?
-Había mucha tensión en las calles y también una curiosidad
importante por saber los resultados. El 5 de junio la gente tenía una
actitud muy positiva y la concentración popular fue impresionante. Había una
energía totalmente positiva hasta que explotó una bomba en la concentración. El
paraíso se volvió un infierno en tan sólo unos minutos. Pero la gente se
mantuvo muy calma y ya sabía que el instigador del ataque había sido el Estado.
En general la campaña electoral fue muy positiva y creativa. La gente aprendió
a reír y divertirse por primera vez gracias al HDP y a Selahattin Demirtaş.
-¿Qué análisis nos puede ofrecer de la situación creada en
la institucionalidad del Parlamento luego de los resultados electorales?
-Los pueblos en Turquía quieren entender esta nueva asamblea
como una “asamblea constituyente”. Después de 100 años de la fundación de la
República turca es la primera vez que se ve una diversidad de los sectores de
la sociedad y de las identidades en la asamblea. La reacción del gobierno y de
Erdogan fue muy negativa hacia esta voluntad democrática. No están
acostumbrados y son unos gobernantes muy arrogantes. La arrogancia es el
carácter de los dominantes y opresores. Pero ganó la humildad y el
respeto en las elecciones.
-¿Cómo vivieron los pueblos de Turquía el atentado de Suruc?
-Había muchas denuncias y siguen habiendo contra los
atentados terroristas. Poco a poco los pueblos se dan cuenta de lo que es el
terrorismo y quién hace terrorismo contra la juventud y la sociedad. El
atentado de Suruc fue un atentado hacia la democracia y la solidaridad entre
los pueblos. Los jovenes que perdieron la vida eran socialistas y ahora los
pueblos en Turquía se dan más cuenta de que hay que seguir luchando por una
vida justa y digna. Hay mucho sufrimiento pero a la vez estos atentados crearon
un ánimo para luchar más profundamente contra el racismo.
-El gobierno se involucró en la “guerra contra el ISIS”,
pero al parecer la mayoría de sus acciones son contra la militancia popular y
democrática. ¿Por qué crees que el gobierno se comporta de este modo?¿Cómo se
está luchando y como se defienden de esta política?
ERDAL EREN: La guerra no empezó totalmente pero hay una
inquietud en la sociedad. La gente no quiere guerra, los kurdos saben muy bien
lo que es la guerra y pueden imaginar la paz también. La gente no quiere volver
a 1990. Ahora en muchas localidades hay enfrentamientos entre la policía, los
militares y el pueblo. El Estado está quemando los bosques de Kurdistán pero ya
sabemos muy bien por la experiencia que el árbol de roble (que es
característico de Kurdistán) no se termina con estas agresiones y retoña con
fuerza luego del fuego. Se puede utilizar esta metáfora para entender la lucha
contra los opresores. Los pueblos en Turquía, y especialmente el pueblo kurdo,
están creando sus esperanzas a través de la lucha, que retoñará con más fuerza
ante las agresiones.
-¿Cuál es la relación entre el Movimiento de Liberación de
Kurdistán, la insurgencia y el pueblo en general?
-El Movimiento de Liberación es el movimiento de los
pueblos. El movimiento es el pueblo y el pueblo es el movimiento. Eso se puede
ver cada momento y en cada lugar de la vida cotidiana. La diferencia del
Movimiento de Liberación es que se crece siempre con los oprimidos. Hay
militantes del HDP y otras luchas, pero el actor principal del movimiento de
liberación son los oprimidos y los pobres.
-¿Cual es la situación de Abdullah Öcalan? ¿Qué papel juega
como líder en la lucha del pueblo kurdo?
-Öcalan está aislado. Esta política de aislamiento se
entiende como una política contra el pueblo kurdo. Él es fundador de este
movimiento pero la gente tiene sentido de la historia. La lucha por una vida
libre y digna tiene más que 100 años. Hubo líderes espirituales y religiosos, y
Öcalan es uno de estos líderes, pero desde que la rebelión continúa desde hace
40 años la gente le tiene respeto por su propia voluntad. Él ha creado un
movimiento que pertenece a todos y a su vez a nadie. Es la dialéctica del
movimiento de liberación.
-¿Cuáles crees que pueden ser las soluciones a la situación
que se vive?
-La solución es la democratización de Turquía. Queremos una
vida sin discriminación, sin racismo. Queremos una vida digna en nuestro
territorio que es Kurdistán. Eso sería posible con un proceso de
reconciliación, con el esclarecimiento de la verdad sobre las ejecuciones
extrajudiciales, y también con la lucha pacífica y radical. La solución es la
democracia radical. Una Turquía democrática y una Kurdistán Libre. Los kurdos
no quieren independencia, solo su exigencia es una vida digna y libre.
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