Un atentado suicida ha matado a 27 personas en la ciudad turca de Suruç, en el sureste del país, cerca de la frontera con Siria. Un centenar de personas han resultado heridas, según el ministro del Interior turco, que ha confirmado que se trata de un “ataque terrorista” destinado, ha dicho, a romper la unidad del país. Se teme que el número de fallecidos pueda aumentar.
El atentado se ha producido en el exterior de un centro cultural de Suruç. Su autora sería una kamikaze de 18 años cercana al grupo Estado Islámico, según la prensa turca, que cita fuentes de la administración local.
El objetivo del ataque han sido jóvenes activistas turcos y kurdos que se preparaban para cruzar la frontera y prestar su ayuda a los habitantes de Kobani, ciudad a diez kilómetros de Suruç, en el kurdistán sirio.
En esta ciudad muy castigada por la guerra y controlada por las fuerzas kurdas, se producía una explosión al mismo tiempo que el atentado de Suruç.
En el ataque, que habría sido perpetrado por el grupo Estado Islámico, han fallecido tres miembros de las fuerzas de seguridad kurdo sirias, que controlan Kobani. Los yihadistas hicieron explotar un coche bomba contra un puesto de control de las “asayish”, las fuerzas del Interior kurdas.
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